miércoles, 15 de abril de 2009

¿Y usted se cree la mentira de que hay democracia en Estados Unidos y Europa?

Pues déjeme decirle que es un cándido. Es una charlatanería político-mediática –como muchas otras miles que abundan en el establecimiento occidental– de hacernos creer a los ciudadanos, personas, electores, contribuyentes, individuos, que el Occidente moderno y civilizado es democrático. Claro, hay países que tienen elecciones frecuentes para designar autoridades o consultar hasta lo más mínimo, pero… dígame alguien ¿quién se inventó esa paradoja de la democracia al estilo estadounidense y europeo, donde no existe más que un remedo de democracia? ¿La publicidad anti comunista y anti tercermundista que se dibujó en los 70s con los países No Alineados (NOAL)?

Bueno, esa es mi lectura de las cosas, pero veamos: Los gringos hacen cada cuatro años elecciones presidenciales en los que supuestamente participan cientos de partidos políticos, que para los ojos de la prensa a nivel local y mundial, no son más que dos: Demócratas y Republicanos (liberales y conservadores, aunque internamente hayan alas que tiran para un lado y el otro, demócratas conservadores y republicanos liberales) una “fanesca” como hay acá ¿será?

Mucha gente aún se sorprende que en Estados Unidos hayan partidos socialistas, ecologistas, comunistas, feministas, de gays, de bebedores de cerveza, de jugadores de lazo de vaqueros, etc. Pero su trascendencia es nula. Cuando algún tercer candidato va a una presidencial, lo hace porque tiene una fortuna en millones de dólares para pagarse su “aventura” de retar al establecimiento “democrático” del bipartidismo gringo. Ahí estuvieron petroleros como Ross Perot, que sacó algunos millones de votos, pero no suficientes para romper la hegemonía ¡Increíble! ¿Y eso es democracia?

Si miramos acá, en nuestros países hay una tendencia mediática por el bipartidismo, por el discurso pro-gringo de políticos y periodistas del establecimiento latinoamericano. En el pasado, los países se dividían políticamente entre liberales y conservadores. Actualmente, y a pesar de la crítica al tropicalismo populista –del que Santiago Pérez, el más novel encuestador del escenario político ecuatoriano, ha dicho que “hay que sentirse orgulloso” por ser casi una marca nacional– nuestros “atrasados” países tienen más partidos políticos por metro cuadrado y por número de habitantes.

¿Ecuador exagera el dato? Vemos que en estas y en elecciones pasadas o las que vendrán, los partidos políticos comparten papeleta con movimientos nacionales y locales; los que a su vez incluyen candidatos que son parte de otros movimientos pequeños y casi familiares, de amigos o barriales. ¿Pero eso es malo? ¿No es precisamente eso participación democrática y diversa? Para un político o analista de las corrientes libertarias-anti izquierda, sí; porque según ellos no emulamos el “buen ejemplo” de “democracias modernas” como la gringa y la europea del bipartidismo. Y paradójico, pero la praxis política refleja que, incluso, la mayoría de movimientos que aparecen en cada elección, tienen un matiz que va del centro a la derecha. El populismo, en tanto, se matiza en cada tendencia, incluso en la izquierda o seudo izquierda.

Si hacemos un rayo X de cada país, el saldo es multiplicador de ideas, tendencias, diversidad, etnias y todo lo que queramos ponerle de membrete político. Y eso sí es saludable, al menos en este tiempo, en esta coyuntura. Porque se rompieron los esquemas ancestrales del bipartidismo, que terminó en violencia. Ecuador tuvo sus guerras civiles entre liberales y conservadores. Colombia aún sufre esos estragos, heredados desde 1940. De hecho el bipartidismo latinoamericano devino en conflictos internos que acabaron en la formación de guerrillas o ejércitos ilegales, mejor armados que el ejército formal estatal. Solo Costa Rica no tuvo ese problema, porque no tiene ejército. Y en Ecuador no maduraron los proyectos guerrilleros, porque no hubo pretexto ni base social. Los partidos de izquierda del más radical al más moderado –con brazos guerrilleros– tenían participación directa en elecciones y obtuvieron el poder, léase legislativo y seccional (alcaldías y prefecturas). Entonces ¿de qué reclamar y a quién? Eso del PCMLE (Partido Comunista Marxista Leninista Ecuatoriano), es más una entelequia que ni el mismo MPD se cree y molesta menos que una mosca.

Pero la cuestión es ¿usted cree que lo que viven Estados Unidos y Europa es democrático? Si la democracia es el poder del pueblo a través del voto, según la academia estadounidense y que influyó en la intelectualidad y prensa latinoamericanos, ¿por qué en el primer caso, no es obligatorio? Resultado: no más del 20% de estadounidenses elige presidente y vicepresidente, senadores, alcaldes, gobernadores, congresistas y concejales. Michael Moore menciona que en un ránking de países con elecciones, el suyo está en el 139, de entre 180 países del mundo. ¿Y qué significa eso? Que allá tienen menos elecciones y eso implica menos posibilidades de participación ciudadana. Así de simple.

¿Cómo votan? Hasta hace poco perforaban unas papeletas para escoger representantes a un colegio electoral que a su vez votaría por el que sería presidente. Es decir, no es un voto directo, sino que unos cuantos pocos, escogen a unos cuantos menos, que elegirán finalmente al Presidente. Y las papeletas tenían un diseño tan confuso, que algunos terminaban votando por el opuesto de su favorito. ¿Democracia? Luego del fraude electoral de 2000 en Florida y por el cual hicieron ganar a George W. Bush, algo que debilitó la institucionalidad del voto y la democracia estadounidense, sometieron a esos pocos electores a las urnas electrónicas, las que aún están bajo prueba y sospecha. Moore sugiere en su libro “Mike for President” que se emule el sistema de papeletas como es en nuestros “tan atrasados” países latinoamericanos que según él, es “90% más efectivo”.

En países como Brasil, Francia, Canadá y Nueva Zelanda, y más recientemente Ecuador –gracias a la constitución vigente, a la que se opuso la derecha muy pro gringa y pro Vaticano, donde nunca hay elecciones democráticas– los partidos o candidatos obtienen del Estado el financiamiento para exponer sus ideas y propuestas, mediante la cesión de espacios en los medios de comunicación para hacer propaganda. En Estados Unidos, eso no sucede. Barak Obama y John McCain juntos recolectaron 500 millones de dólares para hacer con que su democracia prevalezca. Eso sin contar el dinero recaudado por los perdedores en las primarias.

Eso de donar dinero se torna en un círculo vicioso, porque hay grandes empresas y corporaciones que donan plata “con piola”. Como sucede aún acá. Álvaro Noboa ahora no es casi nada, debido a que no puede comprar espacios a diestra y siniestra en los medios. Las reglas de juego son mejores si hay equidad ¿No les parece?

Rápidamente, para no cansarles, los gringos votan un martes, el cual no es feriado, sino día de trabajo ¿No es eso anti democrático a nuestros ojos? Acá los tercermundistas lo hacemos en domingo para que la mayoría pueda acudir a votar y hay facilidades para los analfabetos, ancianos, jóvenes de 16 años en adelante, la fuerza pública y los discapacitados. Allá arriba, es un día de trabajo y si faltas sin justificativo para ir a votar, estás jodido ¿Esos son los valores democráticos de Estados Unidos? Ya mencioné de inicio que no era obligatorio votar ¿verdad? El único caso por acá similar a gringolandia es Colombia y al igual que allá, solo el 20% de ilustrados, con carro y dinero, van a votar. Los que gustan de adular el modelo gringo ya denostaron la obligatoriedad. Lo que no dicen es que la no obligatoriedad hace con que los partidos corrompan el voto y compren personas con comida, ropa y quién sabe qué otras cosas; sin contar el bloqueo de guerrilleros, paramilitares, delincuencia y mafias que boicotean los comicios.

Finalmente, dirán ¿por qué en Europa no hay democracia? Etienne Chouard, un sencillo profesor de colegio de Marsella denunció en su blog (que se tornó muy popular y visitado en 2005) cómo los representantes dizque democráticamente electos por los europeos para sus parlamentos en la UE, no representan nada o su papel es nulo, por el hecho de que quienes mandan son los miembros del Consejo de Ministros de la Unión, es decir, personajes no electos; bueno, electos a dedo y muchos de los cuales, agachan la cabeza a los mandatos de las grandes corporaciones, en este caso, financieras. Y que a pesar de que las leyes se debaten y votan en ese parlamento europeo, éstas son redactadas por dichos ministros no electos. Y se criticaba a la ex URSS por el buró político que mandaba y no los ciudadanos. Europa además, está rendida a los designios económicos de los bancos privados, que imprimen el billete y que de una u otra forma, quebraron su economía, según Chouard.

¿Quiénes lideraron ese proceso? Los socialdemócratas, no la derecha compulsiva como la de gringolandia o Sudamérica. Cuando en nuestras “democracias” esas cosas pasaron y tropezamos con las reglas del FMI y de los capitales golondrina de Wall Street, quebramos: ¿los conejillos de indias? Argentina, Perú, Brasil, Bolivia y Ecuador. El neoliberalismo no entiende de democracia y de eso ya lo saben los neo estatistas cepalinos sudamericanos, que hoy gobiernan y prefieren evitar lo que ahora sufren Islandia, España y principalmente Estados Unidos, cuya economía está en manos de capitales de reserva chinos (¿comunistas?) o fue nacionalizado por Bush y ahora Obama.

Si los aduladores de ese modelo (la gran prensa) están que se desvanecen de alegría porque allá, como si fuera una lección para el mundo, se eligió “en democracia” a un negro como presidente, –lo que por acá no sucede aún– esos mismos aduladores, critican el que un indio sea presidente de Bolivia y cuestionan –hasta con un racismo solapado– a mandatarios cobrizos como Chávez, operarios, como Lula y las faldas de mandatarias como Bachelet y Fernández. Por cierto en Ecuador, es ley que haya alternabilidad de género en las listas de legisladores. Algo que en Estados Unidos no sucede porque aún no consiguen romper el esquema machista de la familia de jefe de hogar con una mascota en Casa Blanca. Obama no escapa a ese esquema, que Hillary quiso romper.

Democracia, qué bueno que estás por nuestra casa. Aún te falta madurar y crecer, pero eso es complejo, puesto que siempre serás como una adolescente en crisis, pero votando. A propósito ¿por qué algunitos dicen que Chávez es un dictador si es el presidente que más elecciones ha convocado y de 15 ha ganado 14? Con OEA, Jimmy Carter, Comunidad Europea y cuanto testigo pueda observar.

En este artículo no he hablado de tipos de democracia, como la formal, la participativa, la representativa, la deliberativa, radical, y otras, pues ahí el tema gringo queda mucho peor. En un segundo artículo hablaré de eso, pues tiene que ver con las percepciones que nos hacen llegar estudiosos, analistas, políticos del establecimiento y grandes corporaciones mediáticas, para decirnos que las cosas están siempre mal y criticar una mayor democracia, que implica a su vez, permitir la participación de todos y todas y no solo de una élite que nos daba pensando y pero sobre todo nos daba robando. Adiós.

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