miércoles, 3 de febrero de 2010

La prensa es derecha?

La teoría aparentemente está antes de la hipótesis si uno se detiene a ver los hechos. Pero plantearse una pregunta como hipótesis de que en un gobierno de izquierda, los medios (al menos los grandes medios) hacen oposición desde sus salas de redacción, es casi una verdad de perogrullo en los actuales tiempos.

Hechos destacados hoy en día por la prensa en tono de "denuncia" en gobiernos rojos (léase Chávez, Correa o Morales, incluso Zelaya, el ex de Honduras, de quien ahora la CNN tanto se preocupa de cuánto le cuesta su exilio en Dominicana, mientras esa misma cadena descaradamente apoyó el golpe militar de Roberto Micheletti) era algo que durante los gobiernos de derecha pasaban por normal o con un bajo perfil o ni siquiera tenía realce. Ejemplo: la libertad de expresión. En Ecuador, el gobierno de Sixto Durán Ballén (derecha), la mayoría socialcristiana (derecha) aprobó en menos de 48 horas y en un debate de no más de dos horas, una la ley de frecuencias en 1994 que se encuentra vigente respecto de los medios, y que ha permitido que el actual gobierno (dicho de izquierda) pueda sancionar con clausura a dos medios audiovisuales. Rolando-Panchana, ex periodista de los grandes medios y actual asambleísta oficialista, lo denunció y acotó que la prensa en ese entonces ni se inmutó, apenas diario El Comercio publicó alguna noticia de segunda plana. Y hay que ver el estridente escándalo que se hace hoy en día por la sola aplicación de esa ley, 16 años después, y por la puesta en escena y debate público (que generalmente no suele suceder ni en la más suave de las dictaduras) de un borrador de proyecto (lo leyó bien, un borrador de proyecto) de ley de comunicación, que regule no solo a los medios, sino a todo el tema.

Otro ejemplo coyuntural: la gran prensa (la mayoría de matriz guayaquileña) se preocupa ahora de la efectividad y calidad del servicio de salud popular apropiado por el gobierno central en Guayaquil, la mayor ciudad del país, y busca hasta el mínimo testimonio de queja o reclamo de pacientes inconformes (valga decir que los humanos por cultura somos inconformes), para darles micrófono; pero eso no era materia periodística cuando este sistema era administrado por el Municipio de Jaime Nebot (socialcristiano [?] de derecha) ni enlaces en vivo para conferir si esos mismos pacientes eran atendidos con eficiencia, o si había fallas, o cadenas de palanqueos o tráfico de influencias de sectores económicos de la salud allegados al alcalde, para recibir ingentes fondos para ese programa, o de que tenía un costo mínimo, etc. El programa, ahora en manos del Gobierno, no cuesta nada y los servicios y medicinas son mayores que cuando era municipal, pero eso no cuenta para los medios y lo silencian. Será esa una de las tantas razones por las que el gobierno nos inunda tanto en cadenas oficiales en horario estelar y con derecho a reprise matutino? Y con derecho a réplica de los presentadores polémicos de noticieros radiales, de TV o de editorialistas del establecimiento, día-a-día.

Otro ejemplo a propósito del mismo tema o de ambos personajes (presidente y alcalde de Guayaquil), la gran prensa (reitero, la mayoría con matriz guayaquileña) adora -casi como un orgasmo mental-periodístico- reportar en sendas crónicas la pugna de ambos personajes y no sé si notan, que en general, quien tiene la última palabra, léase quien cierra la noticia como dictando sentencia o callando al anterior, es siempre Jaime Nebot? No lo perciben? Una apuesta? Basta mirar cualquier noticiero de Ecuavisa, Teleamazonas, Telerama o RTS, sin mencionar las grandes cadenas de radio y periódicos del mismo establecimiento.

Debe ser por eso también, que este gobierno, demorará en vender los canales en manos del Estado y que antes eran de dos hermanos, banqueros acusados de peculado por la justicia (aunque ahora les quieran perdonar 3 jueces suplentes cuestionados).

Volvemos al inicio, la prensa tiene sus razones: está en guerra contra el gobierno, al menos la gran prensa vinculada a poderes económicos, aquella que da voz a "analistas" políticos, económicos, sociales y todólogos de última hora, que si bien fueron gobierno alguna vez, son y fueron parte de los sectores de poder, que gozaron de los beneficios y bondades de tener una prensa que no les juzgó tanto como ahora se juzga al poder del gobierno de izquierda. Sino, cómo se explica que tanto ex ministro de Economía de las épocas de crisis, bancarrotas, desempleos, devaluaciones, alzas, inflaciones y paquetazos, sean ahora los expertos que dan consejos de cómo resolver las cosas? Falta que venga Jamil Mahuad a dar cátedra de cómo gobernar con éxito; sin duda será el primer entrevistado de Jorge Ortiz. Eso es una hipótesis o es un teoría?... son hechos. Es por eso quizá (en tono de hipótesis ahora sí), que la novela favorita de este país no sea ni venezolana ni brasilera ni colombiana, sino que sea la política nacional en horario matutino, de mediodía y en horario estelar, culpa no de la audiencia, sino de los medios y los noticieros, que la banalizaron tanto que hasta le dieron varios motes y espacios de humor televisado: "las estrellas de la política farandulera", "No-Ticias", "No Te Aburras", donde los protagonistas son además, los mismos políticos o algunos émulos que imitan su voz o les caricaturizan, haciéndolos más populares, en vez de ridiculizarlos. Pero eso, ya es otro tema.

Para cerrar hay dos hipótesis o teorías: a los gobiernos de izquierda les corresponde ser más eficientes que a los gobiernos con marca de derecha para contrarrestar el discurso de oposición de la gran prensa. Quizá nace ahí otra hipótesis para ser más "equilibrado": la gran prensa tiene una relación "difícil" con los gobiernos y personajes de derecha, cuando son extremadamente corruptos. Tema para un futuro análisis.

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